ALIMENTACIÓN SANA VEGETARIANA
¿En qué consiste la alimentacion sana y equilibrada?
La alimentación adecuada es aquella dieta sencilla, natural, que promueve la salud y que puede
ser fácilmente digerida y asimilada por el cuerpo.
Consiste en productos alimenticios que tienen los efectos más positivos para el cuerpo y la mente,
mientras que su efecto negativo en el medio ambiente y hacia otras criaturas es mínimo.
Suministra el combustible adecuado para el cuerpo, tanto para proveerle de energía, como para
reparar sus tejidos.
"Come para vivir, no vivas para comer", esta es la actitud yóguica con respecto a la nutrición.
En la naturaleza existe el llamado “Ciclo alimenticio” o ”Cadena alimenticia”. El sol es la fuente de
energía para todo lo que tiene vida en nuestro planeta. Nutre a las plantas, que son comidas
por los animales (herbívoros o vegetarianos), que a su vez son comidos por otros animales (carnívoros).
La dieta yóguica es lacto-vegetariana y consiste principalmente en cereales, legumbres, frutas y
vegetales, frutos secos, semillas y productos lácteos. También incluye la miel. Una dieta vegetariana
es saludable, fácil de digerir y aporta al cuerpo la mayor cantidad posible de nutrientes y energía.
Las necesidades nutricionales se dividen en proteínas, carbohidratos, vitaminas y minerales, grasas
y fibra. Todos los alimentos naturales, en diferentes cantidades y proporciones, contienen todos
estos nutrientes y, como fuente de proteínas, son fácilmente asimilados por el cuerpo. La calidad
de las proteínas es mucho más importante que la cantidad. Los productos lácteos, legumbres, frutos
secos y semillas aportan la cantidad adecuada de éstas. De hecho, en la sociedad occidental se
consume un exceso de proteína, cuya eliminación provoca un desgaste energético.
En general, debemos seleccionar productos alimenticios lo más frescos y naturales posibles
(sin conservantes ni sabores artificiales), preferentemente comida orgánica y no alterada genéticamente.
Es esencial una cuidadosa preparación de la comida para mantener la máxima cantidad de nutrientes. Almacenar mucho tiempo, refinar o guisar demasiado son hábitos que destruyen muchos componentes
vitales de nuestra comida. Lo mismo ocurre con el uso del microondas, con el envasado y con el congelado
de los alimentos.
Literalmente “somos lo que comemos”. La mayoría de la gente no es consciente de que la comida también conforma la sustancia de la mente y, por lo tanto, la influye de una manera muy sutil. Las comidas impuras
(o tóxicas) como la carne, no sólo afectan a las articulaciones, sino que también provocan un efecto de pesadez y letargo.
El yogui prefiere aquellos alimentos que calman la mente y mantienen el intelecto despierto, evitando los estimulantes y los tóxicos, es decir, carne, pescado, huevos, cebolla, ajo, café, té negro, alcohol y drogas.
Además, el yogui atiende el principio de Ahimsa o no violencia, con lo cual no puede permitir que se
cause daño a ningún animal para que le sirva de alimento. Los animales saben instintivamente cuándo
están destinados al matadero y, aunque no pueden hablar, sus ojos acuosos piden misericordia a la
crueldad del hombre. Todo este dolor, impotencia, odio y estrés del animal es ingerido por la persona al comer su carne. Amén de los tóxicos que se introducen en el cuerpo del animal con el fin de engordarlo rápidamente, hacerle criar continuamente, etc., tóxicos que no elimina, sino que va acumulando, y que también serán ingeridos. El balido del becerro, el cacareo de los ánades asustados y los gritos de otros cientos de animales son protestas contra la injusta y despiadada destrucción de la vida de inocentes y valiosos animales.